Secuencia VIII
Voy y vengo.
Sin decirlo voy y vengo de la noche hasta tu boca,
a tus jazmines lejos que andarán por el aire aromando las avenidas,
las injusticias de tanto niño roto y puesto a sonreír pese a todo sobre los edificios,
los volcanes, los abandonos, las muertes anticipadas, las baladas tiesas contra el piano;
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