Cielo Arriba

11.8.18





De "Conjuro de las Alas"

            I

Mi corazón,
Está lleno de pájaros
Que pueblan caminos arbolados,
Que cruzan de tranquera en tranquera
Soñando con otros mundos,
De corazón en corazón,
Buscando la forma de compartir el maíz
Hasta la extrema medida,
O la sencilla forma
De que el maíz sea de todos
Y en verdad, no sea de nadie (...)       (Ver completo en Obra Literaria)


28.2.18




FEDERICO

Este silencio puede nombrarte
Aliviado, caminando sonriente y curioso.
Te adivino sabio deduciendo recortes,
Detalles de tu paso junto al río,
Tu memoria de antiguas filosofías
Aprendiendo cada rincón de esta magia;
Cada lluvia en tus ojos, cada sueño inocente
Hilvanando siestas y chicharras

No sé por qué extraña luz
Se me recorta tu adolescencia de pueblo,
y te presiento ocupado en esos menesteres
de revisar y recordar la vida

Ahora te debo un poema
Y unas cuantas sonrisas apretadas
Sobre el costado más paterno de tus distancias;
Ahora te debo una fantasía
Y algunos versos al estoque del abuelo
Seguramente apuñalando
Algunas memorias reales, y otras
Puestas a hervir en el caldero
De los que buscan sin encontrar,
Y cuando encuentran, no hallan

Tal vez te deba otra serenata,
La primera y la segunda ya acontecieron.
Pero esta vez, habré de cantar tan alto
Que puedas escuchar este grito, estas ansias
De pertenecer a los pájaros que van y que vuelven,
Que se asoman nube tras nube,
Viento sobre viento, nombrándote: Federico!
Necesito un traje de golondrina para ahora mismo!
Para apropiarme de tu azotea y tus jardines,
Y así seguir cantándole a quien me vistió de hijo
Desde la ternura, y supo devolverme esta afición
De horizonte siempre, de canción adelante,
Hasta el poema germinal de la sangre.

Agosto 15 de 2013


9.1.18


De Eduardo Hernández

La palabra, la copla, la vidala (Ver completo en "De los amigos")


La palabra y la copla,
la copla y la Vidala.
Tres caminos dormidos
despertando en las cajas (...)



                                                                       FOHAT                              III   Todos somos una diminuta...