Cielo Arriba

25.8.23

                             



                    
                    FOHAT

                            III

 

Todos somos una diminuta parte del apocalipsis.

La pequeña esfera que rueda sin sentido

En el interior de las mitocondrias estelares

De algún inmenso ser que nos ordena,

Nos planifica, nos engorda, nos exige, nos quema,

Y al que le pagamos con nuestras más escandalosas

Respuestas de rebelión y sombra

En pleno desequilibrio, porque entendemos

que no hemos sido nosotros, sino un agente externo

quien nos ha extraviado, y conformamos las heridas,

las úlceras y tumores de nuestro entorno

y nos propagamos, cancerosos, inhábiles,

a lo largo de ese organismo que desconocemos

y afectamos sin interrupciones, orgánicamente infectos

de discordias y placeres sin objetivos ni rumbo.

Somos el nombre de la enfermedad de los otros

A quienes acusamos de enfermos y desiguales;

Utilizamos la idiotez en beneficio propio;

La soberbia en nombre del sentido común;

La resistencia como ejemplo de constancia;

Las ideas difíciles en lugar del conocimiento;

La ignorancia por simple propagación;

La iniquidad en nombre del coraje;

Somos capaces de lo impensable,

Y sospechosamente incapaces de la memoria

De luz, que nos enseñó a nacer  y a observarnos,

Hasta ponernos de pie, y enaltecer al cosmos.

Somos la pequeña alteración del universo,

Que se niega a sí misma antes de existir.

 

Miguel Hernández


Imagen Blade Runner Radio https://www.youtube.com/watch?v=M7HjY5-of2c&ab_channel=%28LUX%29-AmbientMusic 

1.5.21

 

     Fohat

 

                        I

 

De qué se compone el viento,

Si no de tus pensamientos

Y tus suspiros, creyendo

Que los tuyos al igual que los míos,

No llegan a ninguna parte?

 

O sintiendo tal vez

Que aquel beso que una tarde

Nos rozó tan cerca y no nos dimos,

Cayó inerte en la misma ruta

Que recorro cada día con tu imagen?

 

Dice la tarde que este viento,

Es tu nombre en el universo

Puesto a rodar junto al mío;

Que no hay quien pueda detener

Su avance hacia el mar,

Donde todo aquello que piensas

En tus ojos detenidos,

Se volverá luz en tus manos,

Y así, comprenderás mis caricias.

 

Hasta entonces, este viento,

Dice tu nombre y el mío.

Oigámoslo.

 



8.4.21

Audiolectura de "Los días que ya vinieron" 

Micro "Paso @ Nivel", de Freddy Barbosa 










Acerca de Paso @ Nivel 



Freddy Barbosa 
(Cosquin, Córdoba)

Artesano de Profesión
Músico por Necesidad de  Expresión
Escultor por Curiosidad
Tallerista por despertarse al Alba a ver el Sol
Lector por Caminador
Abuelo de Cuyen por Amor...















 

Publicación de El Calibán (click al vínculo)








10.11.20

 

Crónicas del revés

                    

                       I


Aprendimos que el mundo era chiquito;

Que cabía en un pañuelo,

Y así nos pensamos impunes, solitarios

Sin más alcance que la orilla de la noche;

Ecos de un bostezo urbano que por momentos

Nos allanaba el sueño y nos despojaba,

Y nos encarcelaba con malos tratos;

Y nos resistíamos y exigíamos la libertad,

Y clamábamos por nuestros sueños rotos.

 

Aprendimos que el mundo era solo eso;

Sin importar del otro,

A menos que se nos pareciera demasiado;

Que asintiera, que aprobara el dolor,

La rabia, el llanto, y nos diera la razón

Antes y después del psicólogo;

Por encima y por debajo del espejo.

 

Aprendimos que la sombra era solo eso;

Una continuidad deshuesada

Enteramente en el piso, sin más importancia

Que un rastro desaparecido, y así,

Nos fuimos desapareciendo

Gota a gota, tramo a tramo,

Sueño tras sueño,

Hasta que un día nos liberaron;

Nos diluyeron las cárceles y el grito

Y el espanto y nos devolvieron el espejo;

Y vimos que el mundo chiquito

Éramos nosotros;

Tan solo nosotros;

Sin luz ni tango;

Sin río ni orillas, ni abrazos,

Ni día después y lo que tal vez

Haya sido lo peor;

Sin nadie que en verdad

Pudiera parecerse a nosotros.

 

 


Miguel Hernández


 

 

28.2.20


Cuando Ernesto Cardenal habla, el zorzal del pino a  un costado de la galería en que conversamos, trina enloquecidamente. Cardenal habla de revolución y poesía. El zorzal gorjea tribulaciones de cuando el hombre olvida sus pájaros. Y se oyen los dos, uno a otro, en este enero caluroso de 2011 en la ciudad de Cosquín. Una respuesta como un disparo, un gorjeo. Como en plena revolución.



La expectativa por el encuentro con Ernesto Cardenal es prácticamente la misma que la de un imaginario encuentro con Fidel Castro o aún más, con Ernesto Che Guevara. Es decir, hablar de Latinoamérica con quienes han sido precisamente el pulso más exacto de la lucha por la construcción del continente, por los sueños de libertad e independencia a través de la confrontación armada, la tan poco deseada para algunos, Revolución. Para otros en cambio, esa Revolución era la que algún día nos podría ofrecer un sentido de pertenencia, la que nos devolvería al menos en parte los sueños rotos, la sangre de los castigados, aquello que intuitivamente sabíamos que nos estaban robando aunque no pudiéramos definir en términos precisos qué, y sin embargo nos dolía. Aquella Latinoamérica que leíamos pese a las prohibiciones, aquella que escuchábamos pese a la censura en la voz de Víctor Jara, en la Canción con Todos de Armando Tejada Gómez, en el Informe de la Situación de Víctor Heredia, o aquella a la que volvían todos los días –llegados ya los ochenta- los exiliados que nunca supimos en qué momento habían debido transformarse en desterrados para poner a salvo la nariz, las ganas de seguir adelante, el arte, o la música.




(Ver Nota Completa en Obra Periodística)

19.10.19





Poesía y Prosa poética
Edición del autor
Ilustración de tapa: Celeste Vincenzetti

Próxima presentación

Sábado 23 de Noviembre de 2019
19:00 Hs.
Museo Juan Bialet Massé - Bialet Massé
Córdoba

Presentación en Catamarca y La Rioja
Fechas a confirmar

Pedidos por e-mail
mhmiguel67@gmail.com







1.3.19






Celebración de la luz

a Hamlet Lima Quintana

Quise rodar por esta avenida,
hacia el sur,
en dirección a Saladillo,
donde los nombres de mis antepasados
me aguardaban, y en un pase mágico del aire,
estaba con ellos abrazándome,
saliendo a recibirme igual que a un cacique,
en nombre de Pedro Coronel.

Me acariciaron diciendo mi nombre,
me quitaron aquello que llevaba anochecido,
me sahumaron como a los ángeles,
y me obsequiaron esta voz nueva
que llega y alcanza viva, desde este sol
hasta la cordillera;
de tu nombre a la llanura,
a la espesa intención de encontrarnos
pese a todo, más allá de esta nada
que te alumbra y crees,
porque es necesario crecer junto a la luz
estés donde estés,
con el fuego que sepa nombrarte,
y la revolución que te germine,
completo  y final.


Miguel Hernández

11.8.18





De "Conjuro de las Alas"

            I

Mi corazón,
Está lleno de pájaros
Que pueblan caminos arbolados,
Que cruzan de tranquera en tranquera
Soñando con otros mundos,
De corazón en corazón,
Buscando la forma de compartir el maíz
Hasta la extrema medida,
O la sencilla forma
De que el maíz sea de todos
Y en verdad, no sea de nadie (...)       (Ver completo en Obra Literaria)


                                                                       FOHAT                              III   Todos somos una diminuta...