Celebración de la luz
a Hamlet Lima Quintana
Quise rodar por esta avenida,
hacia el sur,
en dirección a Saladillo,
donde los nombres de mis antepasados
me aguardaban, y en un pase mágico del aire,
estaba con ellos abrazándome,
saliendo a recibirme igual que a un cacique,
en nombre de Pedro Coronel.
Me acariciaron diciendo mi nombre,
me quitaron aquello que llevaba anochecido,
me sahumaron como a los ángeles,
y me obsequiaron esta voz nueva
que llega y alcanza viva, desde este sol
hasta la cordillera;
de tu nombre a la llanura,
a la espesa intención de encontrarnos
pese a todo, más allá de esta nada
que te alumbra y crees,
porque es necesario crecer junto a la luz
estés donde estés,
con el fuego que sepa nombrarte,
y la revolución que te germine,
completo y final.
Miguel Hernández
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