Rastros del grito
I
Mirar hacia adentro,
Y encontrar al Armando que supo nacernos
A la sangre, armados hasta los dientes
De sílabas y magnolias, de insolencia y rebeldía
Para cortar el gris de una dentellada seca;
Para definir al uniforme como a la guerra,
Con la misma piel muerta desde el día anterior
Sin pan ni sol, sin boca y sin regresos;
Armados hasta el horizonte
Con todo el viento en los puños, y enarbolarlo
Por sobre las injusticias, y que se sepan;
Que ni una sola mujer ni un solo hombre
Vuelvan a caer mordiendo la luz,
Y que este continente siga el grito
Hasta parir la otra América;
La que marcha con el riesgo de vivir
Con su memoria a medio blanco, con su alarido
Siempre por nacer hasta girar las veletas,
Y que el sol borre las sombras por el sur
Hasta el límite consciente del ángel de la inocencia,
Y el futuro guarde nuestro nombre
Por cada vez que digamos ¡Basta!,
O nombremos la Paz y el Pan
Con el abrazo, o solo con la mirada.
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